Hay lugares cuya belleza enmascara la tristeza de pasadas experiencias. Ocurre así con esta isla rodeada del bello azul del Tirreno y donde el viento y el agua han esculpido la roca dando lugar a un paisaje casi mágico: Pandataria. En un lugar tan bello como árido fue desterrada Julia, la hija del emperador Augusto y su primera mujer, Escribonia. Allí, privada de todos los lujos de la corte, vería consumar su juventud, muriendo finalmente. Triste historia para un Saeculum Aurum, un Siglo de Oro, donde los brillos no deben hacernos olvidar también las sombras.
Si quieres saber más sobre Julia, te recomendamos el trabajo de la profesora Rosalía Rodríguez, catedrática de Derecho Romano de la UAL, "Julia Maior. La auctoritas de la Gens Iulia"
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