Resulta enormemente complicado sintetizar cuanto pensaba el emperador Augusto de las mujeres y cómo se materializaron esas ideas en su comportamiento diario o en la legislación. Una juventud complicada, marcada por la sombra de César, la abrupta desaparición del general y la tempestuosa conquista del poder absoluto, parecen explicar, en parte, una personalidad hasta cierto punto atormentada, insegura, cuanto menos, poliédrica. ¿Cuál fue el papel de su madre Atia en la educación y desarrollo afectivo del futuro princeps? ¿Cómo fue su relación con Escribonia, su primera mujer? Livia, ¿es la compañera perfecta por quien profesaba devoción y compartía inquietudes o la "manipuladora" que hizo de él una "marioneta"? ¿Y Julia? ¿Por qué ese destierro cruel? ¿Por qué su "sacrificio" en función de los hipotéticos intereses del Estado?. Las fuentes conservadas se mueven entre los panegíricos más o menos encubiertos, y la crítica más descarnada, violentos contrastes que podemos comprender en el contexto de la liquidación de un régimen, la ancestral República, y la formación de un poder absoluto, que emparenta al gobernante con los dioses. Los estudios actuales parecen arrojar también un balance dispar, al menos en lo que se refiere a la relación del emperador con el universo femenino: alternan las luces con las sombras más oscuras; el poder, su conquista, aumento y férrea conservación, tiñó todas las facetas de la vida del emperador.
¿Intrigad@s? Puedes saber más a través de J. CARDOSO (ed.), Um retrato de Augusto. Subsidios para o estudo da sua personalidade. Braga, 1993; y más recientemente, centrándose en las mujeres del Saeculum Augustum, con nuestro trabajo, R. RODRÍGUEZ LÓPEZ y MªJ. BRAVO BOSCH (eds,) Mujeres en tiempos de Augusto. Realidad social e imposición legal, Valencia, 2016.