Como sabemos, el mes de Agosto debe su nombre al emperador Augusto, perpetuando su recuerdo. La batalla de Actium (31 a.C.) constituye un hito fundamental en su conquista del poder. El joven Octaviano derrotó a Marco Antonio y Cleopatra, en un combate naval en el que, como insistirá la propaganda oficial, el mismo Apolo ayudó con sus flechas a derrotar a los enemigos. A partir de este momento, Augusto adopta como símbolo preferente la personificación de la Victoria, representada como una joven muchacha atavida con chitón, que porta en sus manos una palma y una corona de laurel. En la imagen puedes ver ese motivo iconográfico, además, sobre una proa, clara alusión a la batalla naval referida.
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